dimecres, 31 d’octubre del 2007

RUTILISMO


"El pelo rojo es el primer rasgo humano visible, o fenotipo, que guarda relación con los requisitos para una anestesia", manifestó el doctor Edwin Liem, de la Universidad de Louisville. "En pocas palabras, los pelirrojos tienen una mayor tendencia a sentir dolor y, por lo tanto, requieren más anestesia para aliviarlo"
¿Será por eso que todo me duele tanto? Una palabra, un gesto, una omisión... Hasta estar feliz me duele. Me duelen las mariposas en el estómago, los besos, las caricias. De tan feliz como llego a sentirme algunas veces, lloro, y llorar, aun siendo de felicidad, duele.
Según el artículo que he leido y precede estas palabras, necesito más anestesia que el resto de mortales no-pelirrojos. Y la anestesia de los quirófanos puede ser traducida como dulzura, besos, mimos...es la anestesia para que la vida nos duela menos, besos terapéuticos en el aprender a vivir.
El rutilismo (el ser pelirroja), siempre me había hecho sentir diferente al resto, "rara". Tener una alteración en no se que región del cromosoma 16 es lo que me hace sentir así?
La superchería hizo que el rutilismo fuese perseguido, decian que traiamos mala suerte, hasta nos mataban. Según los antiguos romanos, debes tocarte un botón cuando me veas (a mi o a cualquier pelirrojo), si no te acompañará la mala suerte. En cambio, el cine, nos ensalzó hasta la mitología. Fue gracias al séptimo arte que nos convertimos en símbolo de la sensualidad, de lo ferino, del pecado anhelado, de la contradicción de sentimientos. Tan contradictorio como el dolor y el placer.
"El recuerdo de la felicidad ya no es felicidad; el recuerdo del dolor es todavia dolor"
Y así es como me siento hoy, rara, contradictoria, pero feliz.

17 comentaris:

Despistado ha dit...

Estaban locos estos romanos, como diría Asterix, jajaja. Sólo el 2 % de los humanos son pelirrojos, y esta cualidad los hace peculiares. He conocido 4 personas con este color de pelo en mi deambular por esta vida, y todas ellas tenían algo "especial" además del color de su pelo.

marisa ha dit...

Cuando éramos pequeñas siempre decíamos "pelirroja mala suerteeeee", cuando crecimos todas nos teñíamos de rojo... lo especial suele empezar por ser rechazado y más tarde, copiado :)

XAVIER ALSINA ha dit...

Seguramente el dolor y el placer son dos caras de una misma moneda. Empédocles hablaba del amor y el odio y Epicuro hablaba de saber encontrar entre ambos grados de sensación y percepción de la realidad la justa medida para sentirte feliz. Afirmar que te sientes feliz porque te situas cerca de la contradicción indica un cierto camino hacia lo que tu eres pienso. Lo demás es pura mundanidad y banalidad como tu señalas cuando la superstición se apoderan o la irracionalidad nos vence. Siempre lo diferente sorprendre o acobarda por eso se nos parece tanto a todo aquello que algunos de nosotros reivindicamos. La fragilidad de las sensaciones y los sentidos que nos demuestran a cada paso lo mucho que necesitamos del rutilismo, y muchas otras diferencias debería advertir al mundo de que verdaderamente estamos hechos los humanos.

Jobove - Reus ha dit...

un plaer que ens hagis visitat estem a la teva disposició pel que et convingui

salutacions des de Reus

caravaggio ha dit...

hola muriel. es verdad que la felicidad puede doler, pero es un dolor que sana, como la sal.
y sobre el recuerdo, una frase: "lo mejor de las cosas es cuando no han pasado, porque después sólo queda recordarlo". algo así como la nostalgia del futuro.
y nada más, que ya vi que pasaste por mi blog, aunque te perdieses un pelín.

Antwone Twone ha dit...

Como no saea q los irlandeses son ginger no se q pinta el tío van (the man)
saludos ya volveré

neralo ha dit...

sin palabras

neralo ha dit...

Con palabras:
Ya sea el rutilismo, el estar muy gordo, el estar muy delgado, etc. siempre se ha perseguido al "diferente". Yo no soy pelirrojo, pero sí estuve de pequeño un poco "rellenito" y aparte de la mofa (lo que hoy se llama "mobing"), siempre me fue muy difícil integrarme con los otros niños. Eso marca. Por suerte, los miedos que me atenazaban (creo) que se van superando con el tiempo.

ESTHERCASH ha dit...

Para pelirrojos mis niños...y son típicos...con sus pequitas...y malos! No del todo...xo traviesos un rato largo!
Complejos todos tenemos...y en la infancia somos crueles...lo malo es que marcan...xo de todo se sale! Yo fui la gorda, cuatro ojos y dientes de hierro! Un completo!!!

Anònim ha dit...

Que mas da lo del color,a mi el pelirrojo me encanta disfrutalo,llega un momento que tu pelo pierde su identidad y no queda otra que aceptar...

aitana carrasco ha dit...

jajaja... lo del botón me ha encantado... yo también soy pelirroja, pero nunca me supuso un problema... me llamaban cosas, claro que sí, pero las cosas que me llamaban a mí me encantaban... me encantaba que me llamaran Pippi Langstrump, me encantaba que me llamaran payasa, vikinga, panocha (aunque nunca entendí muy bien esto, porque el maíz es amarillo)... es cierto que a veces me llamaban cosas que no me gustaban: pelirroja-mala-suerte, pelo-paja,... o me decían el refrán valenciano "home roig y gos pelut abans mort que conegut", pero tampoco era para tanto. Siempre me han divertido sobremanera las supersticiones: frotarse los dientes cuando me ven, pellizcar al de al lado, escupir en el suelo (me pasó una vez en México), tocarme el pelo para que les toque la lotería, etc. (eso sí, la de los botones no me lo sabía, esa me ha encantado). Mi primer novio decía que las pelirrojas olemos diferente. Eso me encantaba. (Todavía va él por ahí oliéndolas). Me gusta mucho tener el pelo rojo: Me encantan las pecas. A quien no le guste, pues que se aparte. Siempre he pensado que me encantaría tener una hija pelirroja y ponerle Carlota. A mi todos mis amigos me llaman Roja o Rogeta. Y a mí me encanta. Creo que los traumas no los hacen las palabras, sino el matiz con que se pronuncian.
Me ha gustado mucho leer esta información acerca del cromosoma y de la anestesia. Muy curioso.
Te mando un abrazo.
Salut!

yeap ha dit...

por esa creencia de que los pelirrojos dan mala suerte, pensé suicidarme unas veces.
Hoy vivo acomplejado... Pero supongo q algun dia pasará...
LLegué acá porque con una persona salió el tema de la mala suerte de los colorados.. y siempre quise saber el "por qué" de esa creencia...
Todo culpa de los romanos y sus creencias :P jejeje

saludos
:)

Anònim ha dit...

Hola!

Un placer encontrar a otra persona parecida a mi :D

Te dejo mi pagina web para que estemos en igualdad de condiciones y y no sea yo el único que tiene información sobre la otra persona ;)

http://www.jpelirrojo.com

Un placer ;) se feliz!

JPelirrojo

Anònim ha dit...

sufro mucho al ver como las personas miran mal a la gente pelirroja, cuando las desprecian, hacen insultos baratos, o dan de lado.
es que acaso los morenos, rubios... tenemos mas derecho a vivir que los demas?
no se porque nos extrañamos cuando la gente desprecia a otros. tambien lo hacen con la gente de color. porque? por el color de piel?
me encanta ese color de pelo, esas personas son especiales, es un color precioso, y los demas hacen k ellos odien su pelo, k se vean feos.
que tonteria, es que no me cabe en la cabeza.

Anònim ha dit...

potrebo, da preverijo:)

Anònim ha dit...

Pues yo soy pelirrojo, muy pelirrojo, con un tono anaranjado (en verano se me pone amarillento) y muchas veces me hubiera gustado no serlo. Ya no sé si porque los demás me hacían raro o porque me lo he acabado creyendo. Han pensado hasta q si soy maricón por ser tan blanco de piel y con el pelo fino (hasta me lo han preguntado). También me han dicho que si podia ver fantasmas o que si tenia poderes. Increíble. El caso es que por lo que sea, tengo ya que vivir con esa cruz de la rareza. A veces ya hasta creo que tengo una sensibilidad especial a ciertos hechos paranormales... Ufff

Sascha! ha dit...

Lindísimo tu post, mi hermano es pelirrojo, con el año el color ha ido cambiando a veces pareciera que es rubio solamente, jamás he escuchado un insulto hacia el, y sinceramente en casa es el mas envidiado, hasta por mi, con su cabello tan diferente al nuestro, sus pecas y ojos verdes, una monada.